Se trata de la Adoración de los Magos o Epifanía, escena ambientada en el portal de Belén, en la que tres Magos procedentes de Oriente, popularmente conocidos como los Reyes Magos, adoran al Niño y le ofrecen sus mejores regalos, oro, incienso y mirra. A la izquierda aparece sentada la Virgen sosteniendo al Niño Jesús sentado en su regazo . Viste María túnica blanca-azulada, manto azul y pañuelo marrón que le cubre la cabeza, bajo el manto y cayendo a ambos lados del pecho. Sonriente, mira al Niño, que también sonríe a su madre. Un pañal blanco cubre púdicamente a Jesús, con su cuerpecito semidesnudo. Detrás, a la izquierda, aparece en penumbra la figura de San José. En actitud discreta, contempla el acto de adoración de los Magos. Lleva túnica marrón y manto azul, y tiene sus manos unidas y apoyadas en la vara o cayado. Detrás de él, Giaquinto sugirió un poste de madera y lo que parece sería parte del lateral del establo o portal en el que se alojaron José y María en Belén, y donde nació Jesús. En primer plano, están las figuras de los magos Melchor y Gaspar, el primero arrodillado e inclinado hacia delante, y Gaspar, a continuación, genuflexo y en un plano por delante de Melchor, ocupando la esquina inferior derecha de la composición. Melchor, el más anciano de los tres Magos, lleva ropajes reales, con un manto o ropón de seda dorada forrado de piel de armiño, sobre un traje azulado de amplias mangas. Una cadena de oro de gruesos eslabones cuelga por la espalda del manto. Con las manos unidas inclina su cabeza delante del Niño, en señal de adoración. No aparecen los regalos que hizo al niño, que deberían estar depositados en el suelo, no visible. Gaspar, de mediana edad, aparece en posición de genuflexión, portando en su mano derecha un incensario metálico, reconocible por los orificios circulares abiertos en la tapa del mismo. Viste traje azulado, con toques de luz amarillentos, y llamativo manto rojo-rosáceo que rodea artificiosamente su cuerpo. Su cabeza, de perfil, con ojos saltones y nariz aguileña, sostiene una corona real sobre el abundante cabello castaño. del joven Baltasar, de piel negra, cuya cabeza se confundiría con el fondo oscuro, a no ser por el vistoso turbante azul-verdoso iluminado por el foco de luz que estaría delante del espectador. Porta también un manto real marrón agranatado, con bordes dorados y forrado con piel de armiño, que cae en elegante curva sobre su brazo izquierdo extendido. Sujeta en la mano un pequeño recipiente en forma de bella copa metálica, con adornos de volutas y conteniendo la mirra. La mano derecha la tiene sobre el pecho, en señal de reconocimiento y afecto hacia el Niño, manifestado en la sonrisa realzada por el toque carminoso de los labios.

AUTOR: Corrado Giaquinto

CRONOLOGIA: 1735

TIPOLOGIA: Pintura

TECNICA: Oleo sobre lienzo

DIMENSIONES: 35 x 41cm

TEMPERATURA /HUMEDAD: 23.8/56ª

ESTADO DE CONSERVACION: Buen estado de conservación

PROCEDENCIA: Córdoba

UBICACION: Galería

OBSERVACIONES: La obra incluye el informe del especialista en el pintor, Arturo Ansón Navarro, quien considera que se trata del modelo de presentación para la obra de Gianquinto de Mayor tamaño que se encuentra actualmente en el Museo de Bostón