Destaca el colorido de la obra. La Virgen coronada con el Niño en sus brazos, entronizado, pero al mismo tiempo humanizado en su movimiento. La figura de la Virgen describe en su forma la de la llama mística difundida por Cano. Obra perteneciente al período de plenitud de Bocanegra., con tonos brillantes y carnaciones claras. La Virgen con túnica y manto, que cubre su cabeza y sus hombros y recoge con su mano izquierda, la misma con la que sujeta al Niño. A sus pies cinco ángeles revolotean en gráciles y simpáticas posturas alrededor de María. Rodeando la corona apenas se adivinan las 12 estrellas en círculo, sobre nimbo luminoso, de la Señora del Apocalipsis. El rostro es muy canesco, proporciones alargadas y figura muy elegante.