En cuadros como El Paquete (1975) el realismo de Toral se convierte en una composición plena de ingravidez, en un estilo que los expertos definen como “espacialismo”, y que consiste en una nueva forma de mirar la realidad y de sentirla. Por otro lado, la sensibilidad de Toral le lleva a hacer de la existencia un viaje, un continuo devenir, manifestado en su obra en las maletas, como símbolo de viaje, que se repiten en sus cuadros, y en las figuras humanas de viajeros. Así mismo es importante en la obra de Toral la figura de la mujer: normalmente parece ser la misma mujer, siempre sola (La Espera (1970), Mujer Dormida (1970)), en una soledad que está en relación con el viaje, con el devenir, con la vida, que es un tránsito.Toral plasma en sus lienzos toda la técnica de los maestros flamencos con un nuevo aire, un nuevo estilo, tan personal, tan realista, hiperrealista, y todo contextualizado en una nueva dimensión espacial.