Obra de tenebrismo muy riberesco. El perfil del Santo resalta iluminado sobre el fondo oscuro. Las calidades son buenas. La anatomía resalta por el juego de luces y sombras. Representa a San Jerónimo penitente haciendo vida eremítica. El Santo inclinado hacia el lado derecho de la composición, donde en semipenumbra revisa la Biblia, que tradujo por encargo del Papa. Como asceta aparece semidesnudo, y como consejero del Papa se cubre con manto púrpura de cardenal. El pintor lo presenta con larga barba blanca, y como atributos aparecen los propios de asceta: la calavera, el crucifijo, y en su mano derecha sostiene una piedra con la que se golpeaba el pecho. A la derecha, tras el Santo un paisaje agreste tenebrista da profundidad a la composición, también aparece como atributo personal la figura de un león.
Autor: Atribuido a Antonio del Castillo
Cronología: Siglo XVII
Tipología: Pintura
Técnica: Oleo sobre lienzo
Dimensiones: 150 x 165 cm con marco, 102 x 117 cm sin marco
Temperatura / humedad: 24º temperatura, 50% humedad
Estado de conservación: Buen estado de conservación
Intervenciones: Restauración por Cañaveral. Marco restaurado por Hermanos Ladrón de Guevara (Granada)
Propiedad: Depósito eclesiástico
Procedencia: Iglesia de San Sebastián ( depósito 1970)
Ubicacion: Sala XV
Observaciones: Atribuido al pintor cordobés Antonio del Castillo, y más recientemente al sevillano Sebastián de Llanos Valdés, por paralelismos con un lienzo de idéntico tema expuesto en el Museo de bellas artes de Sevilla.